Dios
Dios, el Creador, soberano y Señor de todo lo que existe, a quien amamos y quien nos ama. Un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»
Juan 3:16
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.»
Juan 3:16
JesÚs
Dios Hijo, quien se hizo hombre para habitar entre nosotros. Sin pecado, murió por nosotros y resucitó.
«Mas cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.»
Gálatas 4:4-5
«Mas cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.»
Gálatas 4:4-5
EspÍritu Santo
El Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, que habita en el creyente que lo recibe. Allí nos convence de pecado, de justicia y de juicio; nos enseña todas las cosas, nos consuela, nos guía y nos transforma completamente.
«¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?»
1 Corintios 3:16
«¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?»
1 Corintios 3:16
La Biblia
La Biblia, el libro maravilloso escrito bajo la inspiración divina. Hoy sigue siendo plenamente actual y sin errores en todas sus enseñanzas, abarcando todos los ámbitos de la vida. Es útil especialmente para conocer a Dios y sembrar los principios de una vida tal como Él siempre la concibió.
«Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.»
Isaías 40:8
«Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.»
Isaías 40:8
El ser humano
El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios para tener una relación personal con Él y así disfrutar plenamente de la vida ahora y de la eternidad. Esto no se puede alcanzar por nuestros propios esfuerzos, talentos o buenas acciones, sino únicamente por la gracia de Dios. Cada persona es única, valiosa y merece nuestro respeto y amor en Cristo.
«Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies.»
Salmo 8:4,6
«Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies.»
Salmo 8:4,6
El pecado
El pecado, un cáncer espiritual que ha corrompido la vida del ser humano y lo condena eternamente. Todo hombre es consciente en su interior de haber pecado; algunos lo reconocen abiertamente, otros lo niegan o lo justifican, pero nadie puede escapar a esa realidad. El pecado nos separa de la santidad y comunión con Dios.
«…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.»
Romanos 3:23
«…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.»
Romanos 3:23
La salvaciÓN
La salvación, un regalo inmerecido que solo Jesucristo pudo dar al morir en la cruz del Calvario. Allí cargó con nuestros pecados y ofreció la mayor demostración de amor que jamás ha existido, para darnos perdón completo y reconciliación con Dios.
«Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.»
Romanos 5:8
«Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.»
Romanos 5:8
La iglesia
La Iglesia, el cuerpo de Cristo formado por todos los verdaderos creyentes en Jesús, sin fronteras, razas ni muros. Una comunidad llamada a alentarse mutuamente al amor y a las buenas obras, a obedecer las enseñanzas de la Palabra de Dios y a llevar el evangelio a todo lugar. No hay nada más poderoso ni hermoso que una iglesia unida, llena del Espíritu y viviendo plenamente para Cristo.
«Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.»
Efesios 1:22,23
«Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.»
Efesios 1:22,23
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